Crónica y diario evolutivo de una futura mamá que ha pasado por un Linfoma de Hodgkin.
Pensamientos, vivencias y experiencias para compartir.

domingo, 7 de octubre de 2012

El embarazo revoluciona todo el cuerpo

A finales de diciembre, de vuelta a mis pruebas medicas rutinarias, saltó la primera alarma en mis analisis hematológicos, pues había un marcador tumoral que salía algo alteradillo, y las hormonas tiroideas que llevaban como diez años bajo control (soy hipotiroidea) se me habían alterado y tras hablarlo decidieron esperar un poco para salir de dudas, pues en enero me tocaba hacerme un Pet-tac, una revisión que me hacian cada seis meses en la que te inyectan un contraste radiactivo que resalta las celulas que presentan actividad candente y es muy importante para detectar la presencia de tumores y demás. debes estar aislado durante una hora, lo mas relajado posible y aparte de la inyección de contraste tienes que beber un litro de líquido que ayuda a resaltar aun más. Despues la prueba es como un escaner, un tac... solo que en una especie de cabina en la que tienes que permanecer tumbado una media dora sin moverte. Ni que decir tiene que odio esta prueba, pero bueno, todo sea por prevenir.

Empecé el año 2012 con muy mal pie, con un gripazo de escándalo, malisima, con fiebres y mucha tos, y como a primeros de mes tenía que ir a hacer la prueba, llamé para asegurarme y que me dijeran si era mejor esperar a que pasara el proceso vírico, pero me comentaron que no había problema y fui a hacerla aun bastante pachucha.

Una semana después, ya algo más recuperada, fui a consulta con mi hematóloga a por los resultados del Pet-tac como solía hacer rutinariamente, pero la medica no estaba con muy buena cara. Lo primero que nos dijo fue que no nos preocuparamos, que no era algo definitivo, y que investigaríamos el tema, pero que en la prueba había salido de nuevo captación cuando llevaba ya más dos años y medio sin dar señales. Nos pidió encarecidamente que tuvieramos optimismo, que no era nada definitivo, que esperaríamos tres meses (el mínimo que debes esperar debido a los niveles de radiación del liquido de contraste) y repetiríamos el Pet-tac, a ver si los ganglios afectados habían aumentado o no, y nada... a esperar! no quedaba otra!

Lógicamente suspendimos de nuevo los planes de buscar un embarazo, porque no sabíamos cómo iba a salir la historia y empezaron las comeduras de tarro. ¿Habrá sido todo culpa del embarazo? Ya nos comentaron que había ese riesgo... y era tan seguido que era dificil no pensar en ello ¿Habría tenido que ver que me estallara la trompa? igual ese episodio en mi cuerpo había revolucionado las defensas y alterado los ganglios linfáticos... ¿Y el gripazo? ¿No tendría que ver que estuviese tan enferma cuando me hice la prueba?

Yo estaba tranquila. Intentaba no pensar mucho en el tema, supongo que en parte lo más logico y lo que me calmaba más psicologicamente era pensar que no debía haberme hecho la prueba estando tan enferma. No quería echarle la culpa al embarazo porque entonces qué debía hacer? descartar quedarmen embarazada por miedo a volver a caer en otro cancer? Además soy bastante resolutiva, y solo había dos caminos: o bien era una falsa alarma y había sido un proceso viral o era una recaida del linfoma y me tocaba volver a la carga. Lo primero tenía fácil solución... solo dejar que todo volviera a la normalidad. La segunda opción era fácil también. Ya lo había vencido una vez, y aunque lo pasé fatal, me vi con fuerzas suficientes como para volver a luchar, por lo que no me afectó demasiado la incertidumbre e intentaba tranquilizar a mi marido y a mi familia... y así entre analiticas de vigilancia, consultas y habiendonos metido de pleno en reformar nuestra vivienda, que aun a mes de octubre no hemos terminado... se me pasaron los tres meses volando.

En abril por lo tanto regresé a hacerme el Pet-tac y para mediados  de mes ya supimos los resultados. Quedó descartado que fuese una recidiva del linfoma porque la actividad había disminuido algo y no aumentado, aunque aun salia algo de captación, y tenía algunos ganglios por el cuello algo inflamados... pero nada que no fuese asociable a todo lo que había vivido mi cuerpo en los ultimos meses con un embarazo, el episodio de la pobre trompa, el gripazo y todo seguido! sin descanso! Aun así me derivaron a un otorrino que estudiara mi caso y tras varias visitas en los siguentes meses y convencerle que mejor esperabamos a que se pasara la cosa, ya que me quería meter a quirofano que con dos cortecitos que quitaban los ganflios afectados, la cosa quedó en seguimiento evolutivo y de nuevo Pet Tac en Octubre.

Mientras tanto entre el otorrino y hematología, seguia haciendo el seguimiento de la evolucion de mi pobre trompa en ginecología. Y viendo que la cicatriz se iba mejorando bastante nos dieron de nuevo luz verde para volver a intentarlo.

Sabíamos que era mucho riesgo, volvi a plantearme si al final no iba a tener que recurrir a mis ovulos congelados y la reproducción asistida, pero me negaba pensando que me había puesto en manos de la naturaleza y el resultado había sido un embarazo ectópico. ¿Me estaba mandando señales? Tuve muchos altibajos, días que decía "venga, que hay que volver a intentarlo" pero en seguida salía la conciencia a decirme "¿Estás loca?"  muchas dudas y muchos temores. Y de nuevo pensé..."¡que sea lo que tenga que ser!"

Tras relajarnos con el tema del regreso o no del linfoma, la vuelta a la normalidad de mis hormonas y los ganglios poco a poco en disminución, y meditarlo mucho entre los dos, en julio decidimos volver a levantar las barreras anticonceptivas y eso...¡que sea lo que tenga que ser! Confiamos en el destino.

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